Sigo escribiendo mientras espero el amanecer. Nuevas pesadillas han ahuyentado mi sueño, así que nada mejor que hacer que rasguear el papel. Creando mundos de la nada, exprimiendo ideas en blanco. Y sigo manchando de tinta mis viejas hojas. Las velas se gastan al mismo tiempo que la noche. Se levanta el fresco del amanecer, que limpia el alma y riega de recuerdos. No hay nada igual. Levantarme y huir de casa aprovechando que ni siquiera hay luz. Sentarme y sentir como los rayos del sol lentamente avanzan para acariciar cada centímetro de mi piel.
Mis mil mundos incompletos, mil personajes esperando a conocer su futuro. Todo ello lo baña el sol, la luz del mundo, la luz del conocimiento. Amanece un nuevo día, y espero a conocer un futuro incierto, inquieto y deseable a la vez.
miércoles, 21 de julio de 2010
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Justaemnte porque el futuro es incierto es que se vuelve interesante la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Hacía mucho que no te leía. Le he pegado un buen repaso a tu blog y no recuerdo por qué dejé de leerte. Demasiados blogs que seguir, imagino. Igualmente, para que no vuelva a ocurrir, ya estás en favoritos ;)
ResponderEliminarUn saludo.
O sea que tus personajes se alimentan del sol y yo pensando que eras un especie de vampiro..jaja
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