Se nos escapa el tiempo y también la noche. Pronto vendrá el amanecer y con él el sol que tanto hiere nuestra piel. Debemos encontrarla, y pronto, o todo lo que conocemos ahora sera reducido a cenizas en poco tiempo. Igual que nuestros cuerpos si fueran expuestos a la luz de sol
La lucha habia continuado hasta hace poco, poniendo en riesgo el precario equilibrio en el que se mantiene nuestra mascarada. Luchas desatadas en lugares abandonados, aguardando a que todo pase y nada se derrumbe. Pero ahora hay una nueva amenaza, y no cabe otra posibilidad.
La presencia de un recien llegado al lugar, ajeno y extraño a nuestro mundo y nuestra naturaleza, ha colmado el lugar de inquietud e inseguridad. Un monarca de un reino que escapa, realmente, a nuestro mundo, y reclama para si una pieza sin apenas valor, pero con un gran precio. Una niña, una cria que apenas sabe en que lugar vive, y mucho menos sabe a que se enfrenta. El infortunio ha querido que viva en esta ciudad, y ahora todos la buscan para provocar la ira o el favor de ese monarca.
Maksim me sigue hasta ahora, con gesto hosco y resentido hacia todo. Ha perdido demasiado hasta ahora, como para querer evitar de buena gana la ira de unos señores a los que sirve por puro tedio. Piensa que la niña debe correr su propia suerte, independientemente de nosotros, y piensa que soy una idiota por querer salvar la vida de la niña
- Y despues, cuando la encontremos, ¿que crees que pasara? - me pregunto con una sonrisa amarga, sabiendo de sobra la respuesta
Despues tocaria entregarla a un mal menor, por asi decirlo. No era la opcion que mas me agradase, pero mejor eso que quedarse de brazos cruzados viendo como todo cae.
Lera N.
domingo, 18 de diciembre de 2011
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