jueves, 7 de julio de 2011

Ethras Fallen (II)

Que precio tan alto para demostrar mi fidelidad, para demostrar que creía en el secretismo que era el modo de vida del Clan del Temple. Tendría que arriesgar la vida, por un ideal que todavía no me pertenecía. Una lucha que todavía no es mía, pero continúo con ella

El frío congelaba hasta la risa en aquel lugar, y las noches eran largas, debido a que era imposible coinciliar el sueño debido a los temblores. Nadie hablaba, tan solo miraban hacia el infinito, recordando los tiempos mejores en los que estabamos en lugares lejanos a este.

Eso mismo intentaba, casi en vano, intentando que por fin los buenos o malos sueños me llevaran con ellos hacia algún tipo de descanso. Entonces, la ventana que daba al patio interior de aquel puesto avanzado, se abrió. Una criatura de sombras se desplazaba como en su propio terreno. Lentamente, me desembarazó de mi aletargamiento, con palabras enigmáticas

- Tus órdenes han cambiado, cachorro - dijo con voz neutra - Y me necesitas para poder cumplirla

Poco a poco, mi respiración se fue calmando, hasta quedar de nuevo tumbado sobre mi lecho. ¿Cuanto tiempo duraría todo aquello? ¿Qué era lo que se requería de mí en esos instantes? Mi vida corría peligro en todo momento, al ser descubierto no tendrían piedad conmigo. Y de esa sombra, que tampoco duraría en poner fin a mi vida

Su nombre era Miel D'alin, una criatura semihumana que se deslizaba por cualquier lugar como un gato. Sus ojos estaban rodeados por una pintura negra, y en la penumbra, apenas podía versele un rasgo humano. Aterrador para cualquiera, pero sus actos eran aún más extraños y extravagantes. Se había autonombrado como maestra mía desde que entré en el Temple, lo cual supuse que tenía demasiado tiempo que dedicar a nada en concreto, y yo representaba esa solución

Me decía que tendría que acompañarme en esa misión, pero tendría que esperar al día siguiente. Lo siguiente que fue, era meterse y arroparse en el lecho. Realmente, aquella noche hacía frío, y tendría que descansar para escuchar lo que estaba destinado para mí