domingo, 5 de febrero de 2017

Ejercicio 1 - Amanecer

Volvían después del largo viaje. Todos ellos, agotados después de haber luchado contra una opresión que creían imposible de vencer, por fin sentían que podían descansar.

El ascenso de vuelta a la superficie, después de largas horas entre oscuros corredores donde el óxido y el metal eran únicos compañeros, casi parecía peor que todo el combate por la libertad.

Los pocos que quedaban abajo eran ayudados por los que acababan de subir, sintiendo en sus pies desnudos sobre la tierra húmeda y la hierba fresca. Los demás, se habían sentado o bien dejado caer para mirar al cielo abierto, libre de nubes.

Y cuando todavía vivía el silencio entre ellos, por fin juntos de nuevo, algo cambiaba. La oscuridad casi permanente que habían vivido comenzaba a quebrarse, rápida y lentamente a la misma vez. Todos miraron al mismo punto en el que aparecía un nuevo amanecer. La estrella les daba la bienvenida de nuevo a la vida, a la libertad, a la esperanza.

Y también a la calma, pues comenzaba a alzarse dejando un cielo cada vez más claro, más azul. Inspirador de tanta paz que casi podía acariciar sus almas. El frío que sacudía entonces sus cuerpos también purificaba, haciéndoles estremecer. Si podían sentir aquello, sus corazones también podrían ser sanados.

Por fin habían vuelto a su hogar, aquel que nunca habían abandonado pero sí les había sido arrebatado.