lunes, 27 de diciembre de 2010

Mi caja de sueños

Vuelvo a tener dudas entre realidad y ficción.
En mis sueños puedo arrebatar vidas, perdonarlas. Amar y odiar como en la vida real. Mejor aún, puedo encarnar la piel de un rey en la sombra, un villano que busca su expiación. Puedo ser cualquier cosa. Puedo atravesar cualquier frontera. Respirar el poder de lo increíble. Ser increíble. En ocasiones no quiero despertar. O quizás mantenerme en la duermevela que todavía mantiene la intensa emoción de lo soñado.
Abrir ese portal que me extrae de lo real y entrar en una dimensión de mil puertas, cada una abriendo a una nueva fantasía.
Allí al fin podré volar... de nuevo

sábado, 25 de diciembre de 2010

Mirada

No puedo creer que se marche ahora. Entre la multitud se ve desaparecer su silueta. Aquellas manos que siempre quise tomar entre las mías, ahora asían las maletas que debían acompañarla en su destino. ¿Cuantos errores nos están permitidos cometer? ¿Por qué no nos está permitido conocer el límite? Sin duda no debería haber dejado pasar ninguno y, estrellas en el cielo, como me arrepiento. Una mirada huidiza es lo último que me llevo de ti

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Dicen que es como quedar en pausa. Dicen que es como contemplarlo todo como algo ajeno, algo fuera de ti mismo. En un sueño, que se torna en algo peor que en una pesadilla. Quieres por fin mirar hacia el futuro y ver algo brillante, pero resulta difícil. Hay muchas lágrimas que enturbian la visión, demasiadas, y no todas propias.
Son muchas las cosas que hemos dejado atrás, pero tenemos que seguir adelante.
Pararse es la perdición; muévete y vivirás

martes, 14 de diciembre de 2010

Ciudad sepultada

No había parado de llover desde entonces. Todavía de lo profundo de las aguas, en los canales subterráneos de la ciudad, escuchamos los gritos que nos quitan el sueño. Nuestro mundo se ha convertido en un gigantesco canal, parodia lúgubre de las gondolas venecianas. Y nuestros ojos no dejan de otear en buscan de aquellos que puedan sobrevivir. Aquella noche fatídica nos atrevimos a sepultar bajo el agua a aquellos que quisieron robarnos nuestro aliento de vida, nuestra visión del cielo gris. Los ahogamos para poder vivir. Avergonzados por estar vivos, intentamos redimirnos a un dios que parece tambien haber muerto en aquella noche. Tal vez en suicidio para no ver tanto horror.

Revista de misterio,
Ellery Queen
2 de enero, 1998

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Muerte en Venecia

Sentir como se desprende la magia de cada partícula de mi ser, viajando a otra dimensión en tan solo un segundo. Sentir el vacío. Sentir el frío de una presencia inquietante, criaturas que desafían incluso a la propia magia de Metáfora. Indefensa ante un peligro real, y llevar con ello la vida de una desconocida.

En Venecia encontramos al Mal, bajo el agua fría y años de muerte. Miriadas de cadáveres nadan inertes, contemplandolo todo con su mirada vacía. Y aquellas voces infantiles. Sus cuellos cercenados, sus cabezas de infantes rodando por el suelo nos harán perder la cordura.

El tiempo corre y el veneno en la sangre no tiene ningún impedimento para obrar su mal. Casi al desfallecer una mano amiga nos devuelve a casa. El entusiasmo por la llegada es la mejor alegría.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Un reflejo incierto

En estos momentos me gustaría obtener un manual para dirigir un reino. Sería muy considerado por parte de alguna entidad generosa desconocida. Pero esa suerte no llegará. Serán el ingenio y la astucia las mejores maestras.

Me faltan las caricias en el rostro que ayudan a coinciliar el sueño en noches turbulentas. Ella duerme, con la esperanza de que su sueño sea tranquilo y reparador. Por los dioses, mi vida, no tardes en despertar. Te necesito. Con mi rostro frente al espejo, ya casi no me reconozco. Mis ojos tienen una frialdad desconocida. Creo que alguien debe sacrificarse por un bien mayor... ¿he entregado toda mi fuerza en ésta empresa? ¿Me corresponde a mí toda esta carga? Este mundo de intrigas es demasiado peligroso para confesiones fáciles. Cualquier sombra puede ser un enemigo. Una palabra tiene diez sentidos, y cien accesos para robarme la vida.

¿En quién confiar? ¿Dónde está el punto entre el deber y la ambición? A veces creo confundirlo, y ni siquiera soy capaz de saber si lo he traspasado ya o no.

Extraño una voz amiga, con la que poder huir de toda intriga y paranoia. Extraño a aquel con quien primero compartí enfrentamientos y después la amistad. Una amistad inquebrantable.