lunes, 15 de febrero de 2010

Templo de sueños

Mis pies sobre la fría piedra me hicieron despertar. Mi mente alejó de mi conciencia las preguntas de como había llegado allí, o que era lo que me había hecho huir de mi lecho.

Sentía en el aire una increíble aura de poderes, ajenos a mí, ajenos a este mundo. Podía sentirlos en cada soplo de aire que acariciaba mi cuerpo, apenas cubierto por la fina toga. Podía sentirlo en el agua a mi alrededor, que me mostraba reflejos de criaturas que nos observan desde otro lugar.

Cada fibra de mi cuerpo temblaba, tocada de forma suave por ese poder inexplicable. La magia de aquel lugar ancestral aún duraba: aquella noche y su belleza atemporal eran testigos de ello.

Despojándome de mi poca vestimenta, me atreví a rozar suavemente el agua fría, y que cayera en mí aquella sensación de vida, de esperanza y de todo lo intangible que alguna vez en mi vida pude sentir. Durante segundos, yo era parte de esa magia

2 comentarios:

  1. Magia es lo bien que te expresas amigo. siempre me logras fascinar.
    Un abrazo.

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  2. Siempre nos dejas con ganas de más, de saber de esas personajes entre la realidad y la ficción,...

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