sábado, 14 de febrero de 2009

...¿Padre?

Embustero, asesino, ladrón. No llegaba a comprender como podía describir a la figura que debía ser la imagen de su admiración. Claro que en esa familia nadie llegaba a ser lo que se esperaba de él.

Y esa certeza está presente siempre, no descansa. Han pasado años, pero aún parece que fue ayer. Siempre pendiente de lo que se debe hacer, dándote una imagen que nunca puedes alcanzar. Eres demasiado indigno, tus palabras son impuras, tus pensamientos no son claros. Acepta la fe que nunca ha habitado en tu corazón. Niega lo que siempre has querido, no queda otra. Mata tus sueños, aniquila tu amor, pues no llevará a ningún sitio. Destruye tus sueños, tus ambiciones son inútiles.


Asesinaste a mi mujer, mataste a mis hijos. Cogiste mi futuro y lo hiciste trizas. Que todas las desgracias caigan sobre ti antes de llegar al lugar más tenebroso del Seol

2 comentarios:

  1. Nadie soñar a la medida de los otros.
    Por muy bueno que uno sea, siempre habrá quien se sienta defraudado.

    ResponderEliminar