domingo, 22 de agosto de 2010

De nada han servido las caricias entregadas. De nada vale el universo creado como obsequio. Todo ha quedado destruido por la sombra de un recuerdo difuso. Innombrable lo que puede suceder en el mañana. Ya no sé si luchar en una causa que parece hace meses perdida. Las manos atadas. Los ojos vendados. Olvida. Nada importamos tú y yo.

1 comentario:

  1. Sirven las caricias, y las luchas...mientras sabemos por qué acariciamos y luchamos. La batalla -si acaso- se pierde o gana cuando desaparecen las razones. Triste, tristísimo el "nada importamos".

    Ojalá este Beso y el cariño que contiene, te lleguen intactos junto a mi Abrazo, Amigo mío.

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