jueves, 31 de marzo de 2011

El miedo

Resuenan los pasos sobre la fría piedra bañada por el rocío nocturno. Las luces que iluminan las calles hacen sombras que acrecentan el temor a los ojos de un niño.
Anita tiembla en mis brazos, a veces olvido que sigue siendo una niña, con las pesadillas propias aunque viva con terribles monstruos. Pronto caerá dormida, entre el temor y las altas horas de la noche.

Maldito sea Fanderberg y sus teorías, ya que por ellas tenemos que huir. No acostumbra a fallar, y no pienso dejar que nos pille desprevenidos tal noticia

Sabíamos que ella regentaba un gran poder, aunque nos era imposible concretarlo, hasta el momento. Los rastros de azufre anunciaban presencias en los alrededores, observandola. Ella desconoce la verdad, como tantos muchos.

El miedo nos hace débiles e irracionales. Por eso huyo con ella en la noche. Por miedo. No pensé que sentiría miedo como los demás al pensar en su dolor.

3 comentarios:

  1. eso es el amor miedo a que ella pueda sentir miedo..

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  2. Y quien ejerce el miedo y lo administra, controla a todos. Es la historia de la humanidad.

    Un abrazo mi Amigo.

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