sábado, 7 de febrero de 2009

La Caza

Despertamos. Las luces de la ciudad están en la distancia. El gran rey, desafiante, nos deja paso para recorrer la ciudad. Tan solo ocho horas.

Toda la ciudad duerme, como en un sueño de una noche de verano.

Comienza la carrera. Atravesamos la nave industrial, y allí encontramos a Entraña Pútrida. El changelling, bajo las órdenes de su monarca, ataca sin pensar. Sparlan es el primero en caer, pues pierde un brazo. Bloodfire nos cubrirá mientras Wolf, Sparlan y yo continuamos adelante.

Sparlan se desvia para llegar al taller de Daemon. Allí está nuestra mayor arma.

Wolf y yo seguimos el camino, hasta el centro de la ciudad. Oberón se materializa ante nosotros. Wolf toma su forma Crinos y carga contra él.

- ¡Corre, Athan! - me grita mientras se enzarza en la pelea - ¡¡Corre!!

Sigo corriendo, ya queda menos. No sé cuánto tiempo me queda, pero mi desaliento resulta cuando Wolf cae ante mí, moribundo.

- Su corazón sigue latiendo, pero no por mucho tiempo - anuncia Oberón

Ambos cargamos. Muerte o victoria. Su poder es mayor, y con una fuerza que desconozco, raíces que surgen de mis heridas me sujetan contra un edificio. Lucho con mi mente por creer que todo esto es una ilusión, una quimera. En vano.

Pero desaparecen. Desconozco por qué, y quiero creer que alguien le hizo frente al rey, prestándome gran ayuda.


Tan solo a unos pasos de mi meta. Vuelve a aparecerse, y nuestras armas son nuestros puños. Demasiado fuerte. Nos envolvemos en un arazo, agarrándonos de los brazos y el cuello. No veo mas que desesperación y orgullo.

- ¡Ella me pertenece! - grita con rabia.

- Tal vez te pertenezca, ¡pero no te ama! - respondo. No puedo creer que se agote el tiempo, no puedo creer que vaya a perderla.

Un último intento para llegar al final, me abalanzo hacia adelante. Y la campana suena.

Oberón grita de dolor, cayendo de rodillas, completamente indefenso. Recorro los últimos pasos que me quedan. He

Cierro los ojos, y al abrirlos de nuevo, lo que llevo soñando desde que se rompió la quietud de nuestro hogar aparece ante mí: Roxanne acurrucada entre mis brazos, acariciándome el rostro y despertándome de mi horrible pesadilla.

Mi reina, no me abandones jamás.

1 comentario:

  1. Construye tu propio mundo, Athan Haller, sed rey y reina de paises tan maravillosos como Terabithia ^^

    ResponderEliminar