lunes, 5 de julio de 2010

Guerra interna

Desvelo. De nuevo, los disparos en mitad de la noche. Los malditos tiroteos sin sentido de las bandas urbanas. Esmerándose en destruir nuestra existencia ya mermada por la guerra con los países vecinos. Las noches no son tan oscuras desde entonces: las iluminan las bengalas, en busca de nuevas víctimas que se aventuran en la oscuridad buscando una salida de la ciudad muerta. Yo todavía permanezco aquí, en las ruinas de lo que fue mi hogar, esperando que todo acabe.
Las voces amplificadas desde los caminones blindados todavía dan pavor. Prometen victoria y un nuevo sistema. Simplemente quieren erigir un imperio de entre las ruinas.

Pronto habrá que huir. Todos tenemos miedo a la muerte, y no quiero acabar mis días pidiendo auxilio entre las ruinas de este edificio, sin que nada ni nadie pueda ayudarme; ni siquiera escucharme.

1 comentario:

  1. Describes a la perfección ese estado en mitad de la nada, resto de la última batalla, cuando ya el ser humano perdió toda esperanza y sólo le queda sobrevivir..

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