miércoles, 18 de marzo de 2009

Dos abismos

Truena. El silencio reina, la lluvia cae. Los sollozos apagados. Oscuras sombras que se ciernen sobre el cuerpo desnudo de un infante perdido. Tan solo a medias se atreve a mirar, nada conoce del lugar donde está, del mundo en el que se encuentra.

Cae un rayo que fulmina y parte el cielo. El niño se encoge más en si mismo. Quiere morir, el terror no le deja actuar. No puede moverse, no puede cubrirse en el rincón más oscuro que hallara.

Sobre su hombro, una mano. Ahora si reacciona. Dos abismos negros donde debiera haber dos ojos, pero no hay ningún temor al mirarlos. Es como volver a casa

2 comentarios:

  1. ¿Por qué siempre que te leo me quedo sin palabras? xD
    Sé que no sientes esto, que este no es el blog del "feeling" pero está muy muy interesante.

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  2. Tuve un dejà vu con tu relato,un sueño de mi infancia...en mi blog hay un presente para vos,querido amigo.
    Un gran abrazo.

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