lunes, 16 de noviembre de 2009

¡No me llames hada!

Ya no nos llamamos así. Hace mucho que el mundo ha cambiado, y nosotros cambiamos con él. Excepto nuestras costumbres. Seguimos ocultos en el bosque, viviendo solo un poco mejor que los animales, encerrados en estos esqueléticos cuerpos que nos hacen parecer alimañas. Cuerpos que no envejecen. Recuerdo al último de los nuestros que se marchó. Su nombre se ha perdido en mi memoria, y seguramente los nuestros de la suya. Después de todo, para el resto solo somos una pesadilla o un mal recuerdo.
Los recién llegados son niños. Niños arrancados de sus hogares y sustituidos por el más antiguo de nuestra tribu. Al principio lloran, a los pocos días gruñen y rehuyen de los que son su nueva familia. No tardan demasiado en acostumbrarse.

¿Que qué somos? Somos trasgos, suplantadores, ladrones de niños, alimañas. Despojos del recuerdo.

Somos los niños olvidados de la tierra.

2 comentarios:

  1. Pueden ser lo más maravilloso pero también lo más cruel.. ¿ qué quieren obtener de ellos ? Inocencia...?

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