lunes, 2 de noviembre de 2009

Sueños de muerte

El teléfono seguía dando señal, pero nadie lo atendía. Los dos muchachos, idénticos uno a otro, se hallaban en la habitación. Uno tenso y preocupado, el otro se divertía aumentando los nervios de su clon, que se mantenía al teléfono para informar de la muerte que había visto en sueños. Se lamentaría siempre por ser capaz de predecir aquellas desgracias, y aquel espíritu burlón, aquella desconexión de su mente, distorsionada hacia el exterior, estaba destinada a torturarlo. Solo era fruto de su imaginación.

- ¿Que les dirás? ¿Que le viste morir mientras lloriqueabas en la cama?

- No va a servir de nada. Ese tipo ya esta muerto. Corta ya

Su joven hermana entró en la habitación, tan solo para darle un abrazo, ignorando por completo la existencia del delirio de su hermano.

- ¿No hay noticias? - preguntó ella.

El aludido negó con la cabeza, pesaroso. Una rabia surgió de su interior, deseando desfogarla contra aquel ser, que no lo dejaba descansar. Y que ahora se acercaba a él, sonriendo al ver su expresión de rabia contenida.

- Chico, ¡abandona! No voy a largarme. Contigo nací, contigo muero.

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