jueves, 22 de enero de 2009

Lirio

Tanteo en la oscuridad. Las velas iluminan levemente toda la casa, dándole un toque realmente acogedor. La noche guarda absoluto silencio al ver mi búsqueda.

Llego al dormitorio. Las pequeñas llamas rodean nuestro cama, y sobre ella, paciente, me espera con una mirada que me hace temblar. No me atrevo a tomar la iniciativa, así que ella se acerca con lentitud. Me toma el rostro entre sus suaves manos, deseo que no acabe su caricia. Acercamos nuestros labios. Los besos, las caricias nos llevan al lecho.

Su cuerpo medio desnudo me invita a que lo contemple. A recorrerlo con mis dedos y mis labios. Guardar cada roce en mi memoria, cada centimetro de su cuerpo.

Hemos perdido la conciencia del tiempo. Ignoramos si la noche ha acabado, si debiera ya llevarnos a nuestro sueño. No importa. Cada hora, cada minuto, quiero que permanezca en mi recuerdo. Quiero que me lleve a donde el amor me muestre la felicidad... una felicidad junto a ella.

1 comentario:

  1. No importa lo que las voces digan. Ésto es lo que quiero, y ésto eres tú.

    ···Sue···

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