jueves, 12 de marzo de 2009

Desde un vagón

De vuelta a las alturas. El cielo parece confundirse con el suelo, cubierto por un blanco puro: nieve. El vagón sigue las vías con celeridad, como respondiendo a mi impaciencia.

Llegamos a nuestro destino, las maletas pesan y una vez aquí no corre prisa alguna. Así que todos de mutuo acuerdo, contemplamos el espectáculo frente a nosotros. Un pequeño pueblo, apartado y casi olvidado, vive y sueña, como la ciudad que dejamos atrás.

Todos nos miramos. La placidez y la calma está en todos nosotros, y en nuestro interior surge el mismo interrogante para todos: ¿queremos volver?

2 comentarios:

  1. Me parece que es mejor quedarse en la paz del pueblo...

    Digo yo?

    Por el momento... o no?

    Feliz fin de semana lleno de alegrías y esperanzas.

    Un abrazo.

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