domingo, 17 de mayo de 2009

Tu mirada [I]

Querida Aurora:

Parece que hace una eternidad que no nos vemos, a pesar de que no hay día que no siga tus pasos. Quisiera volver a verte en tu despertar, o quizá bajando las escaleras, con los ojos soñolientos y la expresión dulce. Pero ahora solo te veo abatida. Entre el gentío, cabizbaja pasas desapercibida, cuando hubo gloriosos momentos en los que algún caballero se volvía para ver de nuevo la risa que escondía tu mirada. Esos momentos en los que en mi interior se debatían el orgullo y el recelo.

Eres una sombra entre la multitud. Mi dulce Aurora, ¡mi más preciada estrella! Cuánto me atormenta el saber que fui yo quien te robó la luz, quizá para siempre. Ojalá algún día pueda volver a darte lo que te quité.

S.H.

2 comentarios:

  1. Puricita Aurora! Me recordé el tango en que "sola, fané y descangayada, la vi esta madrugada salir del cabaret. Flaca, tres cuartos de cogote y una percha en el escote..."

    Ni mujeres ni hombres debieran dejar de perder la sonrisa (y algo más) por alguien. Sieeeeeempre hay algo más (y alguien) por quien sonreir.

    Besitos Amigo!

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  2. Esta es una pérdida que nos toca a todos, en algún momento. Me gustó mucho. Hay una dulzura en el escrito que sólo se puede comparar con una mirada.
    Saludos.

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