martes, 5 de mayo de 2009

¿Un final feliz?

Los niños a su alrededor, esperando expectantes a que el anciano comenzara el cuento. Las letras parecen flotar a su alrededor mientras mantiene el libro abierto. Permanezco a sus pies, junto con los pequeños, cuando comienza a narrar:

“Una jinete, de la que padre y hermanos estaban orgullosos Descendía de una de las mejores familias domadoras de caballos, que servía junto al gran sabio y a la mejor tiradora del reino, a los dos reyes gobernantes. También un mago, con la lengua más larga que la espada, se unía a rendir pleitesía.

Una tarde en la que jinete paseaba, desmontó de su caballo a tumbarse a la sombra de un árbol. ¿Pero era un simple árbol? No, pues de él surgió el rostro de una hermosa mujer. Muchos se preguntaran por lo extraño de aquel hecho. Pero si, así fue. Ese árbol vivía, sentía y amaba. Y resultaba que amaba a la jinete, ya que ese árbol contenía a una dríada, una hada del bosque. Algunos incluso decían que era la misma Madre Naturaleza. Largas tardes discurrieron, en todas ellas la jinete iba a visitar a la dríada, hasta que ésta decidió tomar su forma humana.”

El relato en el que hallo totalmente se ve interrumpido por uno de los pequeños que está a mi lado:

- ¿Y tiene este cuento final feliz?

- No, por desgracia – responde el viejo cuentacuentos, con una tristeza que casi es mía.

“Pues el castillo se vio asaltado por crueles enemigos. El castillo en el que habitaban fue rodeado por las llamas. Los que allí vivían se vieron obligados a luchar, a huir o a morir. No hay final feliz para este cuento, pero hay quien dice, que los grandes protagonistas de esta historia aún vagan por este mundo buscando su final feliz.”

- Yo creo que sí lo conseguirán – se alza una voz entre la pequeña multitud infantil.

El viejo cuentacuentos sonríe de un modo algo triste, a la par que cierra el libro, llevándose las letras que bailan junto al hogar y la magia, para guardarlas en un lugar muy secreto de su corazón.

Se dirige ahora hacia mí, y con gesto muy solemne me habla, con palabras que solo aumentan mi intriga:

- No dejes de buscarlo, pues el castillo que una vez fue, sigue en pie.

2 comentarios:

  1. Te quiero pequeñaja.

    Lo que una vez fue, será. El cuento vuelve a escribirse. Esta vez vosotros llevais la magia de sus letras. Sed sabios y cuidad de ella.

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  2. Querido mentirosillo... Gran historia has contado, espero que algún día encontremos a ese viejo, y nuestro castillo de paso, aun nos queda tanto que contar, tanto que vivir, tanto que luchar, tantos caballos que montar, tanto que aprender, tantas flechas que disparar y tanta mágia bocazas que hacer, que no podemos rendirnos tan facilmente... Precioso texto, espero que todo lo que escribas sea igual de hermoso, y si te digo la verdad te he comentado esta entrada porque me ha llamado la atención más que la anterior, debes saber que el misterio es algo muy caracteristico en mi, por mis escritos ;). Espero leerte pronto.

    Preciosas mentiras para ti, y enormes abrazos...

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