domingo, 10 de mayo de 2009

Viajando entre lunas

El aire quema en los pulmones, como mil hojas de metal queriendo atravesar el pecho. Recorre el suelo empedrado, con la mirada perdida entre símbolos que permanecen un segundo en su memoria para despues desaparecer. Descalza, mira hacia atrás, quiere buscar sin querer a aquel que se convierte en su perseguidor. Y muy pronto ejecutor.

Escucha la risa allá en el fondo, y a la vez tan cerca de si misma. Una risa desquiciada, burlona y traicionera. ¿Se burla de su desgracia, de su desdicha y su llanto?

Sí, su llanto. No encuentra el camino, y se ahoga entre las paredes a su derecha e izquierda, que cada vez se estrechan más a sus ojos.

Se deja caer, rendida, mientras espera con los ojos cerrados a que venga hasta ella lo que más teme. Los entreabre al ver como se retrasa, y grita al ver ante ella lo que nunca pudo decir. Un gato frente a ella, sonriendo con malicia. Se desvanecia dejando tan solo la sonrisa. Todo el mundo vio alguna vez a un gato sin sonrisa, pero ¿una sonrisa sin gato?

Al fin llega, se cierne sobre ella. Se ve morir mientras todavía es consciente. Se ve volar, y bajo ella, el laberinto del que no pudo escapar. Aquella risa todavía resuena...


... Lo que la hace despertar. La lluvia cae sobre el cristal, haciendolo llorar. El traqueteo del autobús no consiguió despertarla, y mira sorprendida a su alrededor, donde no hay nadie.

Vuelve de nuevo a las calles, donde las lágrimas del cielo caen sobre ella. Durante minutos espera en silencio y quieta, sin creer todavía que volvió del País de las Maravillas.

1 comentario:

  1. Mi querido amigo: probablemente,muy probablemente no tenga nada que ver,pero digo,el Amor quema en los pulmones,por lo menos a mí me quema,corro serio riesgo de calcinarme y desaparecer,me quema hasta las pupilas,la piel,mi entero Ser...
    Un muy fuerte abrazo y te dejo la pregunta: se vuelve a menudo a ese país?

    ResponderEliminar