martes, 2 de junio de 2009

Pesadilla [V]

Primero sintió la asfixia. El aire llegaba con espesa dificultad. Abrió los ojos y encontró la misma oscuridad que nublaba sus sueños.

Alzó las manos y encontró una pared, a escasos centímetros de su rostro. Aceleró la respiración, agotando poco a poco el oxígeno que restaba.

Todos los sonidos de alrededor llegaban amortiguados. Infinidad de murmullos, y un llanto. Recorrió con sus manos el reducido espacio en el que se encontraba... una caja, tal vez, ¿un ataúd?

- Papá... Vuelve, papá... - suplicaba el llanto.

Comenzó a golpear las paredes de su prisión, a la vez que el llanto se convertía en un aullido desgarrador, y los murmullos en una cantata en trance.

- ¡BASTA! - gritó.

El coche se revolvió con el sobresalto de Dave. Estaba bañado en sudor, y aquel aullido se hacía lejano. Hasta desaparecer.

La noche todavía no envejecía, y las calles estaban vacías.

Dave aferró el volante hasta que sus nudillos quedaron blancos, con la mirada puesta en un punto del horizonte, sin creer todavía que había soñado estar dentro del ataúd de Thomas Harvey.

1 comentario:

  1. Carambaaaa! Esta podría ser mi propia pesadilla! Me inspira un horror instintivo siquiera pensar en ese encierrro!

    Entiendo -y muy bien- a Dave!

    Besazos Divinoooo! (Y muchísimas Gracias por esas bellas palabras que has dejado, hace apenas unos minutos en mi blog!)

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