jueves, 26 de noviembre de 2009

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El vuelo había continuado alto, incansable. La vida en su interior parecía haber perecido hacia mucho. No se oía nada en su interior. Pero ella seguía, volando, eternamente.

Las alas gastadas, perdido el rumbo, esquivando cualquier cosa en su camino, a base de golpes, en la noche eterna. Pequeñas luces moteaban la oscura cúpula...

Y cuando encontró tierra, cayó por fin. El vuelo de una nave no dura eternamente.

¿De qué me sirven las historias? No hay nada que contar, lo que ocurre está todo dicho. Una vez, y otra, y otra.

La utopía no existe, pero nos hace vivir, nos hace soñar.

1 comentario:

  1. ¿Está todo dicho...una vez y otra y otra...?

    Si consideramos que "no somos los mismos, nosotros o el río cuando lo volvemos a cruzar" -como el Griego- podríamos considerar que siempre hay algo para contar, con una nueva perspectiva, emoción, lenguaje...

    Las Historias cambian, con cada lectura, cada vez que las escuchamos nuevamente...es parte de la misteriosa dinámica de la vida...

    Respecto de la utopías...me permito dudar. He visto una que otra salir de sus claustros cerrados y entrar en la realidad.

    Mi correo aún espera, pacientemente la promesa.

    Mil besos y Mil Abrazos Querido y Enigmático Amigo!

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