sábado, 14 de noviembre de 2009

Confuso

Sus manos caían sobre ellas con dureza, sin un mínimo de delicadeza. Una tras otra, gritaban bajo sus golpes, pero ninguna huía. Lo llamaban virtuoso, permanecía inmutable, pero nadie podía ver realmente aquella violencia. Lo llamaban pasión. Lo veían algo bello.

Todo representado como una gran obra teatral, e incluso aplaudían cuando el virtuoso acababa. Y después, para calmar su llanto, las acariciaba tiernamente. Y allí quedaban, abandonadas hasta que alguien volviera a acordarse de ellas....

...en un nuevo concierto. El pianista descargaba toda su pasión en ellas, las teclas. Rotando de golpearlas a acariciarlas con ternura. Arrancando las notas que eran sus gritos. Mientras derramaban tristeza por su olvido. Porque el piano anhela ser tocado de nuevo.

2 comentarios:

  1. Porque ahí radica la existencia del piano.
    Siempre para ser escuchado en comunión con quien sabe apreciarlo y acariciarlo.

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  2. lA CREACIÓN TIENE ESE MOMENTO ARREBATADO Y ENÉRGICO QUE SE PUEDE CONFUNDIR CON VIOLENCIA PERO ES PASIÓN CREADORA...

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