miércoles, 19 de agosto de 2009

De vuelta al cuartel

El futuro parece querer explotar, justo como lo hizo aquel hotel. Después de la explosión, me pareció que vagaramos sin rumbo, como autómatas en la ciudad.

La lluvia cayendo, y aquel malnacido huyendo.

Todo arde en este momento: la rabia, la impotencia... la casa de Márquez. Solo esta última esperamos que se consuma.

Gabriel se tambalea, o al menos eso creo. Todo esto nos supera, pero los cambios en su humor me desconciertan a veces. Por decisión común, todos volvemos al cuartel, donde al menos "sabremos de donde nos llegan los golpes" Lo peor es que llevan razón.

Las noticias vuelan a nuestra llegada. Soler y Asarta están hechos trizas. Lástima que el último vaya a sobrevivir. Con Soler la cosa ya no está tan clara.

Ahora, sin nuestro sargento, nos trasladan a otra sección, y nos cambian de mando. Un tipo que ya me da mala espina: al principio muy duro y después la sonrisa de "tu amigo quiero ser". La paranoia aumenta.

Nuestra primera misión debe de estar al llegar, por lo que tenemos que prepararnos para lo que nos venga. Aunque más bien nos vamos peor de como llegamos, sin haber comenzado siquiera.

1 comentario:

  1. Siempre hay luz, de no encontarla, toca agudizar el ingenio para lograr traerla

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