sábado, 1 de agosto de 2009

Las llaves perdidas

[A] Disculpe, doctor ¿Tiene un momento?

[L] Claro, ¿que ocurre?

[A] Uno de los pacientes, un caballero en examen 3.

[L] ¿Cuál es el problema?

[A] Ese es el problema, no estamos seguros.

[L] ¿Tiene el informe?

[A] Aquí mismo.

[L] No nos dice mucho.

[A] No, doctor. Ningún trauma obvio físico. Las constantes vitales permanecen estables.

[L] ¿Nombre?

[A]: No, señor.

[L]: ¿Quién lo dejó aquí?
Tal vez consigamos hablar con ellos.
Vaya a conseguir los nombres

[A]: Ningún nombre. Nada... y creo que él no hablará con nadie.

[L]: Bien, comenzemos presentándonos
Buena días, soy el Doctor Lawson.
¿Cómo está Ud.? ¡¿Cómo - está - usted?!
Mire, hijo, usted está en lugar seguro
Le ayudaremos en lo que podamos
Pero necesitamos hablar con usted
No podemos ayudarle de otra manera.
¿Qué ha pasado? Cuéntemelo todo.

1 comentario:

  1. Ahhhh, Querido Amigo!

    Hoy estoy más intrigada que nunca con tu post! Me suena -mucho- al fragmento de un libro, más no estoy segura.

    Verás que Vos, yo y absolutamente todas las personas que escriben, estamos "contaminados" de lecturas de nuestros mayores. ¿Me contarás alguna vez...mi enigmático Beelzenef?

    Besazo y enorme Abrazo Amigo Querido!

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