domingo, 23 de agosto de 2009

Viajes

Pensaba que no llegaría aquel momento, el momento de volver a casa, junto a Ellie.

Largo viaje el que me toca recorrer. Pero al fin estoy en camino. Después de incontable tiempo, podré abrazarla al fin, y sentir el tacto de sus manos en mi espalda, devolviendomelo. Y fundirme con ella en un beso que no acierto a imaginar, aunque me resisto a ello, pues prefiero sentirlo por fin despues de larga espera.


Pero algo falló: sentí como se oprimía mi interior, agarrandome al asiento hasta sentir dolor. Caíamos.

Largo viaje el que me tocó recorrer, pero mi avión nunca llegó. Y jamás pude abrazar a quien nunca vi ni sentir aquel destino como mi primer hogar.

3 comentarios:

  1. Hay momentos...
    el de esta tragedia que permite larguísimos segundos para la reflexión dolorosa y la consciencia del final inexorable, ese que no admite la esperanza.

    el de la despedida de la vida, que nos confronta con todo aquello que ya no tenemos oportunidad de modificar.

    Y otros, en el presente, que permiten reflexionar, y saber que "podemos". Que es difícil pero podemos. Que todo se interpone, pero podemos. Y que finalmente si acaso no podemos...tuvimos la esperanza que nos impulsó.

    Brindo por las oportunidades, que la vida, como la marea, dejan todas las mañanas para nosotros.

    Mi beso y enorme Abrazo Querido y Misterioso
    Amigo

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  2. Agria fatalidad del destino. UN placer leerte.

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  3. Extraña vuelta del destino, me ha hecho pensar. Magnifica tu prosa como siempre
    Besos

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