jueves, 1 de octubre de 2009

Algo tiene...

Los dedos se me escapan, parecen dotados de vida propia buscando las teclas de mi piano. Despacio, el tiempo casi se detiene.

La casa está vacía de todo, y la triste canción resuena en la frágil madera que encierra mi universo. Mi público son los libros apilados y en desorden, que aguardan pasivos el regreso a su estante. Algunos CD's que temen caer olvidados si espero mucho más a hacer sonar su música, aunque de momento parecen calmarse con la que sale del viejo piano.

La luz entra suave. Un sol otoñal que no hiere a los ojos. Acaricia todo a cuanto llega, jugando con sus rayos la suave brisa. Remueve las hojas, juguetón, llegando a este rincón apartado del mundo.

Cierro los ojos y me limito a sentir. Cada latido, cada caricia, cada risa lejana, el leve trinar de los pajaros en mi ventana. Esta magia debe continuar.

3 comentarios:

  1. Algo tiene...
    La música es un mágico manantial cristalino que no alcanzo atrapar con mis dedos.

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  2. Un texto que consiguió relajarme durante unos instantes...
    Saludos!

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  3. Qué apacible serenidad transmiten esas notas de piano y esa tarde...

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