miércoles, 9 de septiembre de 2009

Última noche

Despertando cada mañana, sin saber alzar la mano para clamar por ayuda. Desde las alturas, todos quedan lejos, encerrado de nuevo en una prisión que no promete final. Las palabras nacen sobre el papel, de nuevo, frenéticas. Y nuevamente una lágrima exploradora, que cae queriendo conocer, queriendo ver la causa de su violento suicidio.

Las dudas que ayer habían surgido, plasmadas sobre un conocimiento de eras pasadas. ¿Se repetiran en mi los errores que provoqué? ¿Seré igual que ellos? ¿Fracasaré cuando intente entregar mi vida?

Nadie lo sabe, nadie lo escucha. Nadie se inmuta y se esfuerzan en no ver las ruinas de este reino que antaño fue glorioso, o tan solo feliz. Recuerdos que no dejan avanzar, oprimiendo el corazón.

No pueden respirar. Tan solo la triste risa logra escapar.

Esta será mi última noche.

2 comentarios:

  1. Espero que te equivoques y haya miles de noches más...para seguirte leyendo...
    abrazos!

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  2. Tus letras me trajeron -por alguna extraña razón- El Conde de Montecristo encerrado en el castillo de If. Quizás cuando alguien es prisionero, de barrotes ajenos o propios, no deja de pensar en una última fuga.

    Besos guapísimo con todo cariño!

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