martes, 15 de septiembre de 2009

Así les ví

El tiempo pasaba lento. Cada segundo era un minuto, y nunca acababa. Él no llegaba.

El viejo disco de vinilo seguía su curso, acariciado siempre por ese fino diamante; la música no dejaba de sonar. Mis ojos se perdían en su movimiento infinito.
Cada ruido podía significar que había llegado.

Nathaniel ya dormía, apaciblemente en su cama. En el gastado despacho yacían las hojas de su libro aun por terminar. Se había convertido en su vida, su obsesión. No existía nada más.

Ni siquiera su hijo, al que adoraba. Ni siquiera su mujer, a la que algún día amó.

El llanto asomaba por mis ojos con rabia, con dolor, como si fueran todas aquellas palabras que quise gritarle una y mil veces. Quería gritarle y mostrarle como se moría nuestro amor, de como lloraba Nathaniel al no encontrarle cuando le buscaba. Como desaparecía aquello por lo que tanto lucharon.

Byron no lo veía... o quizás no quería verlo.

3 comentarios:

  1. Me confunde el paso de la tercera persona a la primera, nos é bien quien habla.. pero aún así muy bien escrito. ( por cierto de quien es la música que suena en tu blog es muy buena...)

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  2. Nathaniel es el hijo de la pareja, que forman Byron y la narradora.
    La música pertenece a Apocalyptica, uno de mis grupos favoritos, aunque quizás me equivoque de canción =P

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