domingo, 13 de septiembre de 2009

Mochi

EL viaje se hacía largo, los rostros oscurecidos por la poca luz del anochecer ya se hacían familiares, como si los conociera de siempre, y tal vez algún deseo de hablarles surgía.

Abrazado a la pequeña maleta, como si en ella le fuera la vida, refugiandose en el abrazo que creía ser correspondido. Jugueteaba con el pequeño pin que colgaba en su parte exterior, incosciente. Esta aún colgaba de su hombro, como si así evitara que pudiera escapar.

Ya no recordaba siquiera su destino, ni tampoco cuanto tiempo duraba aquel viaje en autobus. Simplemente se dejó caer en profundo sueño, abrazado por aquella chaqueta que siempre le venía grande, soñando lo que haría una vez llegara.

2 comentarios:

  1. Qué bonita imagen de un mochilero!
    Un Diógenes que porta todo lo que necesita para vivir más su sueño, su más grande posesión.

    Beso, abrazo y ambos con todo mi cariño!

    ResponderEliminar
  2. Esa mochila te ha acompañado en tantas cosas...
    Que monada por dios!! =3

    ResponderEliminar